El Nuevo Pacto

Introducción

La Biblia, como la tenemos hoy, está dividida en dos secciones que han sido llamadas el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Obviamente, estos nombres vienen de las palabras que Dios le habló a Jeremías, 'He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales hare nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá'. Las palabras testamento y pacto en español son diferentes traducciones de la mismas palabras originales.

Pienso yo que muchos cristianos viven bajo el antiguo pacto. Sin dudas que han leído el Nuevo Testamento y basan dus doctrinas en el contenido del mismo, pero muchos aspectos de su vida y experiencias son del antiguo pacto en lugar del nuevo. Es vital tener un apropiado entendimiento de la diferencia entre los dos pactos para poder tener un verdadero crecimiento espiritual.

Yo creo que lo mismo fue cierto en los tiempos bíblicos. Algunos creyentes en los días del Nuevo Testamento fallaron en recibir y experimentar la plenitud del nuevo pacto que Jesús inauguró con su sangre. Por otro lado, muchos santos del Antiguo Testamento vivieron mucho más allá de los beneficios de sus días y tuvieron experiencias tremendamente profundas con Dios. Ellos caminaron en los caminos del nuevo pacto.

Las condiciones del nuevo pacto son descritas en Jeremías capítulo 31 versos del 31 al 34 : 'He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado'.

Este pasaje de Jeremías es citado completo en Hebreos 8:8-12. Mucho en la carta a los hebreos trata con el tema del nuevo pacto y será útil para continuar el estudio.

¿Porqué era necesario que Dios hiciera un nuevo pacto?

Consideraremos este tema bajo los siguientes títulos : ley, maestros, escrituras, pueblo, sacerdotes, edificios, festivales y el sábado.

La Ley

Dios hizo el primer pacto con el pueblo de Israel cuando los sacó de Egipto. Este primer pacto estaba basado en la ley. La ley estaba resumida en los diez mandamientos y era ampliada en los libros de Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Estos libros, junto con el libro de Génesis eran los libros que sirvieron de base para el Antiguo Testamento, y son conocidos como el Torá o Ley.

Las leyes que Dios dio a través de Moisés eran justas y cabales y tremendamente superiores a las de los pueblos que les rodeaban. Estas eran severas para los estándares actuales. La pena de muerte era llevada a cabo por casos de brujería, adulterio, violación y golpear a los parientes y otros crímenes, así como por asesinato. Sin embargo, si fueran impuestas hoy en día, estoy totalmente seguro que nos llevarían a una sociedad más feliz. Los culpables comenzarían a sentir temor mientras que los inocentes podrían caminar por las calles con libertad.

Por muy excelentes que eran estas leyes, no produjeron un pueblo justo. Casi 1,000 años después de haber sido dadas, el juicio de Dios cayó primero sobre Israel y luego sobre Judá. Ellos habían roto todos los mandamientos de Dios y habían fallado totalmente en guardar su lado del pacto. Por encima de todo, habían quebrantado el primer mandamiento, y se habían vuelto y adorado a otros dioses. Así que los asirios y los babilonios vinieron y devastaron su tierra, atacaron Jerusalén y se llevaron al pueblo en cautiverio.

Fue en este momento crítico en la historia de Israel que Jeremías anunció la promesa de Dios para un nuevo pacto.

La raíz del problema no radicaba en las leyes que Dios había dado. Radicaba en la naturaleza humana. Decía Jeremías, 'Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?' La esencia del nuevo pacto es la promesa de Dios de cambiar el corazón, '...dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón'. Mientras el corazón humano sea orgulloso, codicioso e idólatra, no hay forma que pueda guardar las leyes de Dios, sin importar lo disciplinado, exhortado o entrenado que sea. Tiene una ley de funcionamiento interna que está en conflicto con las demandas de Dios.

Mucha gente nunca descubre esto. Puede ser que experimenten una conversión genuina. Pueden apartarse de malos hábitos y cambiar totalmente su estilo de vida. A pesar de ello, el ser interior sigue siendo tan corrupto como era antes.

Pablo sufrió una conversión dramática en el camino a Damasco. Su vida completamente cambió de dirección. El celo que una vez tenía por perseguir a los cristianos comenzó ahora e invertirlo en predicar el evangelio. Pero allí no terminaron sus problemas. De alguna forma, acababan de comenzar. El nos dice en el capítulo 7 de la carta a los Romanos cómo luchó con la ley para descubrir que no podía guardarla. Yo no creo que se estuviera refiriendo a los días antes de su conversión. Pienso que estas batallas vinieron después que él se había encontrado con Jesús en el camino a Damasco. Finalmente encontró la victoria y proclamó triunfante : 'Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado...' En Romanos 8 Pablo describe el nuevo camino de victoria que él habia descubierto.

¿Qué significa tener la ley de Dios escrita en el corazón? Es nada menos que un cambio total de naturaleza. Es un milagro sobrenatural. Usted puede entrenar a un perro a rogar y a pararse en sus patas traseras y a hacer todo tipo de trucos. Con perseverancia y recompensas puede hacerlo actuar incluso en contra de su naturaleza. Pero nunca podrá cambiarla. Por mucho que usted trate de hacerlo comportarse como un ser humano, seguirá siendo un perro. Dios hace de nuevo nuestra naturaleza para que podamos actuar de acuerdo a Sus leyes. Se convierte en algo natural de hacer. Pedro habla de esta verdad cuando escribe: '...por medio de las cuales [El] nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;' (2Pedro 1:4). Un animal nunca podrá convertirse en humano, pero un humano puede, por la gracia de Dios, llegar a ser divino.

El corazón humano es pecaminoso por naturaleza. Puede ser que muchos factores hagan parecer como que esto no es así. Una buena educación al crecer, buenas amistades e influencias, presión pública para hacer lo correcto y el orgullo religioso pueden contribuir para mejorar el exterior ; pero ninguna de estas cosas puede cambiar el corazón. Un nuevo nacimiento de lo alto es lo único que puede y esta es la esencia de la promesa del nuevo pacto.

Maestros

Después de hablar de la ley, Jeremías continua hablando acerca de enseñar: 'Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande'. Juan confirma estas palabras diciendo : 'no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas...' (1 Juan 2:27)

Fundamentalmente, toda enseñanza humana es por naturaleza, del viejo pacto. El hombre es quien la hace y solamente puede ser externa. La enseñanza del nuevo pacto es realizada por el Espiritu Santo y es interna. Jesús le dijo a Sus discípulos, 'Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré... Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;...' (Juan 16:7,12,13) Jesús estaba enseñando que el Espíritu Santo que habita dentro de nosotros es mejor que Su propia enseñanza, pues esta era, como toda enseñanza humana, externa. Aunque él era el mejor maestro que el mundo había visto jamás, la enseñanza del Espíritu Santo iba a ser mejor. A pesar de las apariencias, hasta ahora estaban listos para hacer esta transición de lo externo hacia lo interno.

Podemos contrastar las palabras de Jesús con las de Moisés : 'Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado'. (Deuteronomio 31:29) Esa era la situación del antiguo pacto (y del que prevalece para la mayoría de cristianos hoy en día); sin un maestro y un líder todo se rompería en pedazos.

Encontramos el mismo contraste en la profecía de Joel, citada por Pedro en el día de Pentecostés : 'Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne... hijos... hijas... jóvenes... ancianos... siervos... siervas...'. Cada persona, hasta la sierva que no sabe leer ni escribir, podrá tener una relación directa, personal, reveladora e interna con Dios. La dependencia a grandes líderes y maestros fue quitada.

La mayoría de líderes religiosos tienen una actitud que está más cerca en espíritu a las palabras de Moisés : 'Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?'. Ellos quieren sentirse indispensables. Por supuesto que están genuinamente interesados en el bienestar de su rebaño, pero les hace falta entender correctamente el nuevo pacto y tener fe en que el Espíritu Santo los guardará en su poder. Lo peor sería que estuvieran preocupados de perder su posición, ingresos y seguridad económica si nadie depende de ellos.

Entonces, ¿cuál es el lugar de los maestros en el Nuevo Pacto? Encontramos la respuesta a esta pregunta en Efesios 4:11-16. Este pasaje describe a los maestros como uno de los cinco tipos de ministerio o servicio que son dados por el Cristo ascendido a su iglesia -apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas. Pablo dice que el propósito de estos ministerios es el de proteger a los nuevos creyentes del engaño y de llevar al Cuerpo de Cristo a la madurez.

La mayoría de nuevos creyentes no son capaces de entrar directamente al nuevo pacto. Ellos primero tienen que pasar por la experiencia del antiguo pacto. Muchos en los tiempos del Nuevo Testamento (y ahora también), eran paganos que nunca habían conocido ni siquiera el antiguo pacto. Ellos tenían que venir bajo la ley que Pablo describe como 'la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo'. Luego, lo amplía diciendo que, 'Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.' (Gálatas 4:1,2)

El nuevo creyente también puede caer presa del engaño con facilidad. Vivimos en un tiempo en el que Jesús dijo que habrían muchos falsos profetas. El nuevo creyente (y muchos otros que debieran tener más discernimiento) a menudo tiene gran dificultad en reconocer a un lobo vestido de oveja. Sus sentidos aún no éstán entrenados para discernir. Si el ministerio quíntuple estuviera trabajando correctamente hoy en día entre nosotros, los engañadores encontrarían que su trabajo no es tan sencillo. Es a causa de la falta de esos ministerios genuinos lo que hace que tantos cristianos permanezcan en la niñez espiritual en donde son fácil presa de enseñanzas falsas y erradas.

Los hijos de padres cristianos se encuentran en una situación similar. Ellos todavía no pueden caminar en el nuevo pacto. Les enseñamos y los disciplinamos y aplicamos la ley a sus vidas. Aunque ellos pueden demostrar un genuino deseo de seguir a Jesús, no podemos dejarlos libres de la ley y permitirles hacer lo que deseen. Ellos no están listos todavía. Deben primero aprender a obedecer una ley externa.

Los pastores y los maestros son necesarios para traer a cada nuevo creyente a través de una experiencia del antiguo pacto hasta que la otra persona llegue a la madurez espiritual, y pueda caminar en la plenitud del nuevo pacto. Es hasta entonces que ha terminado su tarea. El continuará disfrutando de la comunión con otros santos (aunque en un nivel más enriquecedor y profundo que el nivel anterior) y él, entonces podrá enseñar y pastorear a creyentes jóvenes, pero él ya no tendrá necesidad de un maestro.

Las Escrituras

La ley escrita en piedras y ampliada en papel era el fundamento del antiguo pacto. La ley escrita en nuestros corazones es el fundamento del nuevo. En el antiguo pacto, las escrituras daban un grupo de leyes y reglas para la vida diaria. ¿Todavía necesitaremos las escrituras en el nuevo pacto ? Si es así, ¿qué lugar ocupan?

Comencemos por hacer las mismas preguntas acerca de Jesús. ¿Necesitaba él las escrituras ? ¿Cuál era el lugar de las escrituras en su vida ? Yo creo que la respuesta para él es que no, él no necesitaba las escrituras. La ley de Dios estaba escrita perfectamente en su corazón. Su relación con Su Padre era perfecta, y él no necesitaba nada externo para apoyarlo. Ellos caminaron en una comunión sin interrupciones en toda Su vida. El citó la escritura en sus confrontaciones con los fariseos. El le abrió las escrituras a sus discípulos en el camino a Emaús. No tengo ninguna duda en que él se deleitaba en las escrituras al ver en su mente el reflejo de sí mismo. Para él, 'Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia' (2Timoteo 3:16), pero yo no creo que él la necesitara para sí mismo.

Jesús es nuestro Señor y Salvador, y también nuestro modelo y ejemplo. Dios, nuestro Padre desea que seamos como El, y en la plenitud del nuevo pacto lo seremos. Es un error el pensar que lograremos esto al leer incesantemente las escrituras. Así no fue con Jesús, ni tampoco lo será con nosotros. El heredó su caracter de Su Padre, y nosotros también lo haremos.

Leer las escrituras no hará que su contenido esté escrito en nuestros corazones. Quizás nos queden grabadas en la mente si tenemos mentes con mucha retentiva, pero eso no es lo mismo. Es más bien al revés como funciona. Cuando Dios haya escrito su ley en nuestros corazones, venimos a las escrituras y reconocemos su contenido por lo que ya tenemos dentro. Las entendemos y nos deleitamos en ellas tal y como lo hizo Jesús. También las encontramos 'útiles para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia'. Podemos usarlas para enseñar y entrenar, para reprender y exponer las obras de tinieblas y para la corrección de otros y de nosotros mismos. Si fuéramos lanzados en prisión y nos quitaran nuestra Biblia, sin duda que la extrañaríamos, pero nuestra vida espiritual no dependen de ella. Ella refleja lo que ya está en nuestro corazón, pero no son el medio por el cual Dios la pone allí. El hace esto por el Espíritu.

Hay muchos malentendidos a causa de referirse a la Biblia como la Palabra de Dios o simplemente como la Palabra. La Biblia en sí nunca lo hace así. Se refiere a sí misma como las escrituras y quiere decir algo un tanto diferente cuando habla acerca de la palabra de Dios. Si lo duda, escudriñe la Biblia con una concordancia y verá. Observe en Hechos 17:11: 'Y éstos... recibieron la palabra... escudriñando cada día las Escrituras'. La palabra aquí es claramente distinta de las Escrituras. También cuando leemos que la Palabra fue hecha carne, es obvio que no fue la Biblia la que fue hecha carne.

Hay otros tres versículos que son citados frecuentemente como refiriéndose a la Biblia, 'No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios', '...la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios' - parte de la armadura en Efesios 6. 'Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos.' Tomar estos versículos como que estuvieran refiriéndose a las Escrituras es forzar una interpretación del antiguo pacto en ellas. Creer y enseñar un antiguo concepto de pacto de la Biblia nunca nos llevará a experimentar el nuevo pacto. En lugar de ello, seremos como aquellos de quienes Jesús habló diciendo : '¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis' (Lucas 11:52).

Si 'la palabra de Dios' no quiere decir la Biblia, ¿qué significa ? Cuando nos despojamos de nuestras ideas preconcebidas, podemos comenzar a encontrar la respuesta. En griego, la palabra Logos tiene un significado muy amplio, pero se centra en los conceptos de palabra y pensamiento. La palabra logos de Dios es lo que sea que Dios piensa o dice. Es cualquier mensaje o pensamiento que se origina en El. Dios creó el universo al hablar. El habló a y a través de los profetas de los tiempos antiguos. El habló en y a través de Su Hijo Jesucristo. El habla a y a través de Su pueblo hoy. Todo esto es Su palabra. Cuando Su palabra viene a nosotros, es el alimento que nos sustenta. Es poderosa y penetra nuestros corazones. Es la espada del Espíritu. No regresa a El vacía, sino cumple aquello para lo cual El la envía.

Por favor no me malentienda. No estoy discutiendo ni la autoridad ni la inspiración de las Escrituras. Lo que pretendo aclarar es el lugar de las mismas en el nuevo pacto. Yo quiero darles el lugar que Jesús les da y que ellas mismas se dan.

Para más información acerca de este tema, por favor lea Las Escrituras y la Palabra de Dios.

Otros Cambios

¿Qué otros cambios vienen con el nuevo pacto ? Al estudiar el tema comenzamos a descubrir una maravillosa consistencia en los caminos de Dios. A veces es tan sencilla que nos soprendemos de haberla pasado por alto por tanto tiempo. Como ya hemos visto, nos hemos trasladado de una ley visible y externa hacia una que es interna e invisible. Es así como los maestros humanos son reemplazados por la presencia del Espíritu de Dios haciendo su morada dentro de nosotros.

Ahora procederemos y veremos que el nuevo pacto trae otros cambios paralelos y relacionados consigo. Comenzaremos considerando al nuevo pueblo de Dios.

Un Pueblo Nuevo

Dios escogió un pueblo específico de entre todos los pueblos de la tierra bajo el antiguo pacto. Ellos eran el pueblo de Israel, los descendientes físicos de Abraham, a través de Isaac y Jacob, posteriormente conocidos como los judíos. Hasta el día de hoy, ellos continuan siendo el pueblo escogido de Dios de acuerdo al orden natural. Aunque las personas pueden hacerse en judías al convertirse al judaísmo, el método normal para convertirse en un miembro de ese pueblo es a través del nacimiento físico del vientre de una madre judía.

Cuando el Mesías vino a Israel, los líderes y la mayoría de la nación judía lo rechazó. Más aún, la mayoría rechazó el testimonio puro y poderoso de la iglesia antigua. Por ello, el juicio de Dios descendió sobre los judíos y en 70 dC los romanos saquearon Jerusalén y los dispersaron por toda la tierra. Tanto sufrimiento físico como ceguera espiritual descendió sobre el pueblo elegido pues fue por casi 1900 años que anduvieron errantes de país a país sin encontrar descanso.

Este siglo ha presenciado eventos de drama sin paralelo para con los judíos y su largo exilio terminó y su ceguera espiritual comenzó a ser quitada. El holocausto de Hitler causó espanto en el mundo y el subsecuente nacimiento y sobrevivencia de un Israel moderno lo ha sorprendido.

Los logros del pueblo judío han ido fuera de toda proporción. Ellos le han dado al mundo las escrituras, el comunismo y las armas nucleares. Sus logros académicos, científicos y artísticos han sido sorprendentes. Todo esto ha demostrado que ellos son un pueblo especial con un propósito especial de Dios.

Aunque la manifestación del poder de Dios en ellos ha sido dramática y maravillosa, el Israel natural sigue siendo el mismo pueblo del antiguo pacto. Fue un día grandioso cuando Aunque la manifestación del poder de Dios en ellos ha sido dramática y maravillosa, el Israel natural sigue siendo el mismo pueblo del antiguo pacto. Fue un día grandioso cuando Yahweh con su brazo extendido y poderoso sacó a su pueblo del antiguo pacto de Egipto. Fue un día aún mayor cuando Jesús con sus brazos extendidos y con el derramamiento de su sangre sacó a su pueblo del nuevo pacto del pecado.

Ingresar a las filas del pueblo del antiguo pacto es por medio del nacimiento. El nacimiento espiritual nos lleva al nuevo pacto. Todos aquellos, y sólo aquellos, que han nacido del Espíritu de Dios son su pueblo nuevo. Sólo el nuevo nacimiento nos puede hacer hijos e hijas de Dios.

Aquí debemos hacer énfasis en que ni el bautismo, ni la membresía de cualquier grupo o denominación, ni las buenas obras que hemos hecho, ni la nacionalidad, ni el color, ni cualquier otra cosa humana, puede hacer a alguien el pueblo de Dios del nuevo pacto. La única forma es por medio del nacimiento espiritual.

Algunos miembros de esta nueva raza espiritual tienen dones naturales sobresalientes. Dios ha escogido principalmente a los pobres y a los débiles de este mundo. Pablo nos recuerda que 'Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;' (1Corintios 1:26,27).

En lugar de ello, el nuevo pueblo de Dios tiene dones y poderes espirituales. Muchos de éstos son invisibles al ojo natural y están escondidos al ojo natural y a la mente natural. Sin embargo, su verdadero beneficio es mucho mayor. Hasta que los libros del cielo sean abiertos y sus secretos sean revelados, los conflictos espirituales y las victorias de muchos hombres y mujeres humildes de Dios permanecerán ocultos de sus semejantes. Solamente la eternidad revelará aquello que ha traído bienestar duradero a la humanidad.

Es un privilegio nacer por nacimiento natural como parte del pueblo de Dios del antiguo pacto. Pero es aún un mayor privilegio el nacer por nacimiento espiritual como parte del pueblo del nuevo pacto. Gloria a Dios, hay cada vez cantidades mayores de personas que son pueblo de Dios tanto por nacimiento natural como nacimiento espiritual.

Un Nuevo Sacerdocio

Bajo el nuevo pacto no solamente hay un pueblo nuevo, sino también un sacerdocio nuevo. Los sacerdotes del antiguo pacto fueron escogidos de la tribu de Leví y de la familia de Aarón. Ellos tenía tareas específicas en el tabernáculo y en el templo, pues ellos servían como intermediarios entre Dios y los hombres. El capítulo 7 de Hebreos nos deja ver clarametne que el nuevo pacto tiene un nuevo sacerdocio que es muy superior al anterior. Esta nueva orden es llamada la orden de Melquisedec y Jesús es su Sumo Sacerdote.

La membresía del sacerdocio levítico era heredada de padre a hijo. Este sistema no siempre daba buenos resultados. ¡Los buenos padres no siempre tenían buenos hijos! Los hijos de Elí eran totalmente corruptos y los hijos de Samuel no fueron mucho mejores. La herencia basado en lo natural es poco confiable. Sin embargo, el sistema levítico era funcional y suficiente para ilustrar el concepto del sacerdocio y Dios lo usó hasta que El trajo la nueva orden del sacerdocio de Melquisedec.

Hebreos 7:3 describe a Melquisedec como 'sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.' Jesús entró a este nuevo sacerdocio, 'no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible' (Hebreos 7:16). El entró, no porque su padre adoptivo José hubiera sido sacerdote, ni porque un comité eclesiástico lo aceptó, sino por designio de Dios. El sencillamente cumplía con todos los requisitos de Dios para el puesto de sacerdote. Su ordenación no fue una ceremonia religiosa, sino una proclamación de Dios en el momento que fue bautizado, 'Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia', mientras que el Espíritu Santo descendió sobre El en forma de paloma.

El sacerdocio levítico cumplía con su propósito. Los sacerdocios eclesiásticos nunca han sido más que una falsificación de éste (a pesar de tener muchos hombres íntegros y sinceros conformándolo). Dios ordena sacerdotes en este sacerdocio de Melquisedec del nuevo pacto bajo los mismos términos con los que escogió a su Sumo Sacerdote. El unge con el Espíritu Santo a aquellos a los que El ha elegido para desempeñar las tareas que El les ha asignado.

Para más información sobre este tema ver El Sacerdocio de Melquisedec.

Un Nuevo Edificio

El nuevo pacto tiene un nuevo pueblo, un nuevo sacerdocio y también un nuevo edificio.

En la cima de la historia nacional de Israel, Salomón edificó el primer gran templo. Los ejércitos de David habían sido victoriosos a donde quiera que fueran y Salomón estaba disfrutando de la paz y prosperidad consecuente. El concentró sus energías en edificarle una casa al Señor. Dios nunca había ordenado esto, aunque sí le había dicho a Moisés que edificiara un tabernáculo. Fue la bien intencionada idea de David la que Dios permitió que Salomón implementara.

Pero Dios no miraba este templo con mucho agrado. El permitió que fuera dañado por un terremoto en los días del rey Uzías. Nabucodonosor lo quemó hasta los cimientos durante el tiempo del cautiverio. Aquellos que volvieron del exilio en Babilonia lo re-edificaron. Antiochus Epiphanes lo contaminó al colocar una estatua de Júpiter dentro del mismo y ofreciendo un cerdo en el altar. Luego fue reconstruido por el impío Herodes el Grande, quien lo hizo ser una magnífica estructura, en el tiempo de Jesús.

Los judíos de este tiempo lo reverenciaban. Jesús, Esteban y Pablo todos fueron acusados de blasfemar en su contra. Cuando los discípulos lo estaban admirando, para su total desaliento, Jesús les dijo, '¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.'

La mente de Dios estaba determinada a edificar otro templo - un templo del nuevo pacto. '...si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano', dijo Esteban en un discurso que lo llevó a ser el primer mártir por Jesús. El plan divino era infinitamente mayor. Su templo real estaría hecho de seres humanos. El no quería habitar en el ladrillo y la piedra, sino en la carne y sangre. El Nuevo Testamento está lleno de este mensaje: 'Porque vosotros sois el templo del Dios viviente'. La idea de que Dios quiere un edificio especial en donde El pueda ser adorado se acabó para siempre. El dio su veredicto final acerca del templo terrenal en el 70 dC cuando las legiones romanas cumplieron la profecía de Jesús hasta la última palabra al no dejar piedra sobre piedra, pues buscaban oro escondido en sus cimientos.

Entonces, ¿qué pasa con los edificios de nuestras iglesias ? Sin duda que muchos de ellos tienen gran mérito arquitectónicamente y muchas personas les tienen mucho aprecio. Pero, no podemos permitir que dichas consideraciones obscurezcan nuestro juicio espiritual. El considerarlos casas de Dios o como lugare ssantos es negar el nuevo pacto. El reverenciar un edificio es idolatría que solamente nos puede llevar a ceguera espiritual y confusión.

Muchas iglesias en el campo de Inglaterra (donde yo vivo) están edificadas en lugares que en el pasado fueron utilizados para adoración pagana. Se dio una situación similar en los tiempos del Antiguo Testametno. Por largos períodos de tiempo en la historia de Israel, Yahweh fue adorado en los lugares altos, en donde los paganos antes habían ofrecido sacrificios. Incluso el profeta Samuel parece haber hecho esto, y sin dudas que Dios vio la intención de su corazón y aceptó sus sacrificios. Muchos reyes justos de Judá en los últimos años permitieron que esta práctica continuara. El rey Ezequías se destacó por encima de sus antecesores y destruyó estos lugares altos. El veredicto de Dios, '...ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá... Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, ... Y Jehová estaba con él; ...' (2Reyes 18:5-7)

Nuevos Festivales

Con los festivales se aplican los mismos principios que hemos estado viendo. Dios ordenó los festivales del antiguo pacto. Los principales eran la Pascua, Pentecostés y el de los Tabernáculos. A través de Moisés, él le ordenó a los israelitas que subieran tres veces al año a Jerusalén para observarlos. El guardar fielmente estos festivales requería de mucho tiempo, esfuerzo y gasto financiero y fueron olvidados por varios siglos. Los reyes Ezequías, Josías y, después Esdras, el escriba, recibieron estos festivales e instruyeron al pueblo que debían observarlos.

Jesús tenía algo mucho mejor que ofrecer. El trajo el cumplimiento al nuevo pacto. Pablo se refirió a esto con las siguientes palabras : '...porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la festival, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad'. Gradualmente, los seguidores de Jesús se apartaron de los festivales externos, pues descubrieron su contraparte y ésta era mucho mejor. Yo hablo en mayor profundidad acerca de este tema en el artículo Los Festivales de Israel.

La iglesia organizada, especialmente después de haberse establecido bajo el emperador romano Constantino, perdió las realidades del nuevo pacto y las revirtió a festivales paganos que nunca fueron ordenados por Dios. Navidad, la Pascua y otros festivales en el calendario de la iglesia tienen sus orígenes en antiguas religiones paganas. En otro artículo titulado Christmas and Other Festivals in the Old Covenant, New Covenant and Church (Navidad y otros Festivales en el Antiguo Pacto, Nuevo Pacto y la Iglesia) he escrito acerca de estos temas.

Un Nuevo Sábado

Al igual que pasa con los festivales, también ocurre con el Sábado. Dios designó el sábado como el día de solemne pacto entre El y el pueblo de Israel. El sábado era el séptimo día de la semana. El autor de la carta a los hebreos veía claramente que el sábado hablaba de descanso espiritual, un día relativamente independiente de cualquier día de la semana. El lo dijo de esta forma : 'Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia' (Hebreos 4:9-11).

La iglesia, de nuevo, había ganado aceptación con el hombre y había perdido el favor de Dios, se había vuelto al paganismo para encontrar inspiración y había adoptado el sábado como el día especial que había que guardar. Para mayor información a este respecto, lea El Descanso del Sábado.

Resumen

Hemos estudiado la ley, los maestros, las escrituras, el pueblo, los sacerdotes, los edificios, los festivales y el sábado. En cada uno de estos aspectos podemos ver los mismos tres aspectos : una orden del antiguo pacto, el cumplimiento del nuevo pacto y una falsificación de la iglesia.

Hubo maestros genuinos del antiguo pacto, luego la gloriosa realidad del Maestro que habita dentro de nosotros, luego la falsificación de la jerarquía religiosa con sus muchas y variadas manifestaciones. Dios le dio una ley buena y justa a Su pueblo, seguido de la maravillosa realidad de una ley interna escrita en sus corazones. Tristemente después vemos que por muchos siglos volvieron a las leyes humanas, rituales y libros de oración que nunca fueron inspirados por Dios. Encontramos un pueblo del antiguo pacto descendientes de Abraham, a través de Isaac y Jacob, un pueblo nuevo nacidos del Espíritu de Dios, y un pueblo falsificado basado en el bautismo o en la membresía de la iglesia. Vemos a los sacerdotes levíticos, a los sacerdotes de Melquisedec y a los sacerdotes eclesiásticos. Hubo un tabernáculo del antiguo pacto y después, un templo, un templo humano maravilloso del nuevo pacto que sobrepasaba al original y luego edificios paganos reclamando ser las casas de Diuos. Tenemos las sombras de festivales levíticos, y las realidades del nuevo pacto, y los festivales paganos falsos. Finalmente tenemos el sábado del antiguo pacto y un descanso espiritual del nuevo pacto y el día domingo para la iglesia pagana.

Jesús inauguró el nuevo pacto con Su sangre. Muchos de sus primeros seguidores derramaron su sangre por el privilegio de caminar en ella. La carta a los hebreos fue escrita, en su mayoría, para fortalecerlos en ese conflicto. Tiene abundantes advertencias para aquellos que quieren volver atrás. Cada capítulo es importante para este tema. Permítame terminar con una cita del capítulo 12, versículos 18 al 24 :

'Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,... sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Mirad que no desechéis al que habla.'

Traducido por Karla Noriega.

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